Castillos con fantasmas que no puedes dejar de visitar

Para los amantes de la aventura que no quieren vacaciones tradicionales, la mejor opción son estos lugares llenos de encanto y “magia”:

Según cuenta la leyenda, allí vive todavía el fantasma de la mujer que asesinó a su esposo la noche de su boda; condenada a morir tras un juicio sumarísimo, muchos visitantes aseguran haberla visto pasear por los milenarios pasillos de piedra luciendo todavía su vestido manchado de sangre fresca.      

En este caso, el residente más famoso es Black Andrew (“El oscuro Andrés”), un hombre acusado de cometer múltiples violaciones que fue ejecutado en las mazmorras del lugar; según narra la leyenda, el temible espectro disfruta atacando a los turistas desprevenidos.

Esta imponente construcción forma parte de uno de los más antiguos mitos escoceses: de acuerdo a la historia, el jefe del clan MacLeod se casó con un hada que vivió con él hasta que, superada por la nostalgia, decidió abandonarlo para volver a su reino sobrenatural; como regalo de despedida, le dejó una bandera que le garantizaba la victoria sobre cualquier enemigo… pero solo podía usarla en tres ocasiones.

Durante la Segunda Guerra Mundial, cuando el ejército nazi estuvo a punto de invadir Inglaterra, los integrantes del clan ofrecieron colocar la reliquia sobre los acantilados para evitar el desembarco de tropas enemigas (que finalmente nunca se produjo).

La bandera todavía puede verse (pero no tocarse) en el castillo Dunvegan, y es considerada el tesoro más antiguo e importante de los MacLeod, pieza fundamental de la mitología escocesa.

Como sucede con Dunvegan, el castillo Hermitage también cuenta con su propia leyenda, pero en este caso el personaje no es una simpática hada sino un terrible duende al que se conoce con el descriptivo nombre de Robin Redcap (Robin Gorra Roja).

Bajo de estatura y muy corpulento, su larga cabellera gris hace que normalmente se lo confunda con un anciano pero, detrás de esa figura encorvada y pequeña se esconde, según la narración de diferentes testigos, un monstruo que tiene colmillos en vez de dientes y garras en lugar de manos.

De acuerdo a la leyenda, Robin se mueve de noche por el castillo, buscando víctimas que le permitan obtener la sangre que necesita para teñir su gorra de rojo.

El fantasma más famoso de este lugar es una mujer que ataca a los visitantes, el espectro de una princesa asesinada mientras dormía cuyo cadáver fue arrastrado por las escaleras dejando unas manchas de sangre tan fuertes que todavía no pudieron quitarse.

Posiblemente sea uno de los castillos más antiguos de todo el mundo: fue levantado por los romanos y cuenta con más de dos mil años en pie; según los residentes del lugar, todas las madrugadas, exactamente a las 3.45, la luces se prenden y apagan solas mientras las puertas se golpean. Un fenómeno que, hasta el momento, no tiene ninguna explicación lógica.