La Plaza Roja: Posiblemente una de las atracciones turísticas más famosas de todo el mundo: allí se congregan diferentes maravillas arquitectónicas construidas a lo largo de seis siglos.
Los edificios que pueden visitarse en esta plaza son muy variados y cada uno tiene un significado especial: el Kremlin (lugar oficial de trabajo del Presidente), el Mausoleo de Lenin (donde se encuentran los restos momificados del líder bolchevique), las catedrales de San Basilio y las Galerías GUM (las tiendas comerciales más importantes de Rusia).
Los últimos años, además, importantísimos músicos han dado conciertos allí, pero quien logró destacar fue Paul McCartney quien dio un recital realmente multitudinario donde tocó su clásico: “Back in the U.S.R.R” para alegría de todos sus fans.
Catedral de San Basilio: levantada por Iván el Terrible, es un imponente monumento a la victoria que le permitió al zar incorporar la influyente y muy rica región de Kazán a sus dominios. Su construcción demandó seis años: de 1555 a 1561.
El Kremlin: es la ciudadela donde se encuentra la parte más antigua de la ciudad: allí funciona, históricamente, el centro político de Rusia. Ocupa ochenta y dos hectáreas que, además de los típicos recintos fortificados incluyen plazas, museos, palacios e innumerables monumentos a las figuras más importantes de la historia local.
Las estaciones del metro: Stalin quería construir un “Palacio bajo tierra” que permitiera a los ciudadanos comunes viajar a sus trabajos todos los días disfrutando un verdadero museo, por eso, cada estación
del metro fue remodelada para rendir homenaje a una tendencia artística diferente, aunque, la dominante, es el realismo soviético, con inmensas e imponentes estatuas que rinden homenajes a figuras como “el soldado”, “el ingeniero”, “el maestro”, etc.
del metro fue remodelada para rendir homenaje a una tendencia artística diferente, aunque, la dominante, es el realismo soviético, con inmensas e imponentes estatuas que rinden homenajes a figuras como “el soldado”, “el ingeniero”, “el maestro”, etc.
El mausoleo de Lenin: la sorpresiva muerte de Lenin, el 21 de enero de 1924, fue vista como una verdadera tragedia por todos los rusos (incluso, según cuentan las crónicas, por el propio Stalin, quien terminaría reemplazándolo en el poder) pero, para mantener su recuerdo vigente, su cuerpo fue embalsamado y, durante décadas, miles de personas peregrinaron para verlo (incluyendo al propio Fidel Castro) hasta su mausoleo, una relativamente sencilla construcción de mármol y granito ubicada en la Plaza roja.
El teatro Bolshoi de Moscú: aquí nació el famosísimo ballet ruso del que tanto habló el mundo. Fue inaugurado oficialmente en 1825 con el objetivo de servir como contrapunto a la creciente influencia de las óperas italianas; luego de la revolución rusa se lo rebautizó Teatro Estatal Académico y se lo usó para actos políticos; en el 2005 fue cerrado para realizar una restauración completa que le devolvió su brillo
original, sustituyendo, por ejemplo, la tradicional hoz y el martillo del comunismo presente en todas las paredes por el águila bicéfala que representa el espíritu ruso; cuenta con visitas cuidadosamente organizadas que permiten recorrer el lugar con un guía especializado que habla varios idiomas.
original, sustituyendo, por ejemplo, la tradicional hoz y el martillo del comunismo presente en todas las paredes por el águila bicéfala que representa el espíritu ruso; cuenta con visitas cuidadosamente organizadas que permiten recorrer el lugar con un guía especializado que habla varios idiomas.
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