Petra es una ciudad muy arqueológica famosa en el desierto y ubicada al sudoeste de Jordania a unos 80 km al sudoeste del mar Muerto. Fundada por el año 300 a. C., cuenta con enigmáticas tumbas y templos tallados en acantilados de arenisca color rosa, por lo cual fue denominada la «Ciudad Rosa».
La ciudad no fue construida en piedra sino excavada y esculpida directamente en la roca. Realmente algo sensacional, histórico y épico.
Petra, la ciudad perdida de los nabateos un antiguo pueblo árabe, fue declarada Patrimonio de La Humanidad por la UNESCO. Su más famosa construcción es el Al Khazneh que popularmente se le conoce como “El Tesoro”. Es un templo de 45 metros de altura con un marcado estilo griego.
Para el mundo occidental esta ciudad fue redescubierta en 1812 por un viajero suizo disfrazado de árabe. Al pasar de los años el comercio caravanero de productos de lujo hizo de Petra una ciudad muy próspera, por lo que ricos mercaderes y soberanos de la época edificaron magníficos edificios excavados en su rosada piedra arenisca.
Historia y tradición que enamoran de Petra
Ciudad comercial
En la antigüedad fue una importante ciudad comercial, pues era paso necesario de los mercaderes entre Arabia y el Mediterráneo. Contaba con agua potable y muros muy seguros gracias a lo cual infinidad de caravanas comerciales llegaban a Petra a descansar. Estas características hacían de Petra en oasis seguro que resguardaba a propios y visitantes de los enemigos.
Orientación astronómica
Cuando se construyeron los edificios fueron orientados astronómicamente, pues tuvieron en cuenta los equinoccios y los solsticios. Un buen ejemplo es el Monasterio, edificación que incluso durante el invierno recibe luz que ilumina de manera directa el altar mayor.
La ciudad perdida
Cuenta la historia que para el año 363 se produjo un gran terremoto, lo que ocasionó la destrucción de gran parte de los edificios de la ciudad. Ante esta situación Petra fue perdiendo su protagonismo comercial, no fue reconstruida y poco a poco fue quedando deshabitada.
Históricamente fue abandonada por los nabateos en el siglo VII a.C en plena Edad Media. Por estos acontecimientos a Petra se le conoce como ciudad perdida porque finalmente fue descubierta de nuevo por los occidentales hasta el siglo XIX.
Además de ser perdida es una ciudad oculta, debido a que las fuertes tormentas de arena y las inundaciones enterraron muchas edificaciones de las cuales sólo se pueden conocer apenas un 20%.
Petra era una ciudad funeraria: está llena de tumbas sencillas en medio de un gran cementerio con imponentes fachadas ornamentadas. Los nabateos sus antiguos habitantes la bautizaron como “la ciudad para el día de mañana”.
El Altar de los Sacrificios
Además de El Monasterio y El Tesoro en Petra no debes dejar de visitar el Altar de los Sacrificios ubicado en la cima de una montaña. Actualmente cuenta con varias esculturas talladas en piedra que aún están en buen estado. Es un lugar ideal para que aprecies las mejores vistas de la maravillosa ciudad de Petra.
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